El brasileño está preparado para asumir más responsabilidad en ataque debido a la
baja de Messi
Neymar acepta el reto. Sabe que sin Leo Messi en el campo tendrá que asumir más responsabilidades ofensivas ante el Celtic en Glasgow y se siente preparado. Su rendimiento estaba siendo progresivo, cada día mejor, hasta que Tata Martino le hizo entrar en las rotaciones el pasado sábado en Almería, siempre con la calculadora de los minutos jugados con el Barça y la selección en la mano.
Ese descanso no deseado todavía le da más hambre de balón. Y el aliciente de estrenarse como goleador en una competición como la Champions League le estimula.
"Puede que Neymar se haya molestado por calentar 45 minutos para nada", reconoció Martino sobre el hecho de que se pasara toda la segunda parte haciendo ejercicios en la banda sin llegar a saltar al campo. El técnico ya le pidió que calentara al lesionarse Messi, aunque Neymar volvió al banquillo cuando se decidió por Xavi. Un punto de ánimo reivindicativo siempre es positivo, aunque seguro que Martino no le hizo descansar para extramotivarle.
Al brasileño se le fichó para que el Barça acusara menos la lógica 'Messidependencia', ya fuera con Leo en el campo o fuera. Los compañeros ya son conscientes en los dos meses que llevan de convivencia de lo mucho que puede aportar Neymar.
Leo es insustituible por motivos obvios, pero el ex del Santos, pese a sus 21 años y su falta de experiencia en Europa, puede ayudar a soportar mejor su ausencia. Balones a Neymar, los pedirá.
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